¿Te encuentras en una situación donde tu padre, madre o abuelo se niega rotundamente a recibir la ayuda y los cuidados que necesita? Si estás buscando qué hacer cuando un anciano no quiere ayuda, este artículo te será de utilidad.
Desde nuestra residencia de ancianos en Barcelona te brindamos algunas claves para entender por qué ciertas personas mayores adoptan esta actitud, y cómo puedes comunicarte con ellos de forma efectiva y empática.
Por qué algunos ancianos no quieren ayuda
Antes de preguntarte qué hacer cuando un anciano no quiere ayuda, es importante entender por qué se comporta así. No se trata de una simple cabezonería o de un capricho. Hay varias razones que pueden explicar su actitud, y que debes tener en cuenta para poder empatizar con él o ella. Algunas de estas razones son:
Miedo a perder la independencia
Muchos ancianos temen que aceptar ayuda signifique renunciar a su libertad o a su capacidad de decisión. Piensan que si admiten que necesitan apoyo, se convertirán en una carga para los demás, y que perderán el control de su vida.
Orgullo o vergüenza
Algunos adultos mayores se sienten orgullosos de haber sido autosuficientes durante toda su vida, y no quieren reconocer que ahora tienen dificultades o limitaciones. Otros se avergüenzan de su situación, y prefieren ocultar sus problemas o negarlos, antes que pedir ayuda o aceptarla.
Desconfianza o rechazo
Hay ancianos que no confían en personas que les ofrecen ayuda, ya sean familiares, amigos o profesionales. Piensan que tienen segundas intenciones, que les quieren engañar, manipular o aprovecharse de ellos. Otros simplemente rechazan la ayuda porque no les gusta la forma en que se la ofrecen, pues les parece invasiva, agresiva o irrespetuosa.
Depresión o demencia
En ciertos casos, la negativa a recibir ayuda puede estar relacionada con un trastorno psicológico o cognitivo, como la depresión o la demencia. Estas condiciones afectan al estado de ánimo, al juicio y a la percepción de la realidad por parte del adulto mayor, dificultando su capacidad de reconocer sus necesidades y aceptar la ayuda que les brindan.
Así mismo, la pérdida de memoria en ancianos dificulta que comprendan su situación real y que necesitan supervisión médica constante.
¿Qué hacer cuando un anciano no quiere ayuda?
A la hora de acompañar a un anciano que no quiere ayuda, existen diversas estrategias que puedes utilizar para abordar su resistencia de manera efectiva:
Mantén la calma
Es importante tener tranquilidad y paciencia cuando te enfrentes a la resistencia de un anciano. Mostrar frustración o impaciencia solo empeorará la situación y dificultará el proceso de persuasión.
Escucha activamente
Presta atención a las preocupaciones y emociones del anciano. Demuestra empatía e interés por comprender su punto de vista. Esto le hará sentir que sus opiniones son valoradas y tomadas en cuenta.
No impongas la ayuda
No trates de imponer tus decisiones o soluciones al anciano. En lugar de eso, busca la forma de involucrarlo en las decisiones. Pregúntale qué tipo de ayuda estaría dispuesto a aceptar y cómo le gustaría que se le brindara.
Comunícate con empatía y comprensión
Explica los beneficios de recibir la ayuda necesaria de manera respetuosa. Haz uso de un lenguaje amable y evita hablar como si estuvieras «regañando» o «reconviniendo» al anciano. Recuerda que es importante hacerle sentir seguro, tranquilo y valorado.
Comparte historias de éxito
Comparte casos de otras personas cercanas que han aceptado la asistencia y han experimentado mejoras en su calidad de vida. Esto contribuye a que el anciano comprenda que recibir ayuda no implica perder su independencia, sino más bien mejorar su bienestar y autonomía.
Busca ayuda profesional
Hay situaciones en donde es necesario buscar el apoyo de un psicólogo especializado en trabajar con personas mayores y sus familias. Estos profesionales saben cómo mediar en situaciones de resistencia y ayudar a encontrar soluciones adaptadas a las necesidades específicas del adulto mayor.
Evalúa la situación de vivienda
Es fundamental considerar si la persona mayor está en una situación donde vivir solo ya no es seguro o viable. Si el anciano no puede vivir solo, debes abordar este tema delicadamente, discutiendo las opciones de vivienda más seguras y cómodas. Esto incluye la posibilidad de vivir con familiares, en una comunidad de jubilados o en un centro de asistencia. Presenta estas opciones como una oportunidad para vivir en un entorno más adecuado, donde reciba la asistencia y el cuidado que necesita.
Recuerda que cada persona es única, por lo que es clave adaptar estas estrategias a su situación particular. Con paciencia y empatía, es posible persuadir a un anciano a aceptar la ayuda que necesita para mantener una buena calidad de vida.
Qué alternativas existen para asistir a un anciano que no quiere ayuda
Si sigues estos consejos, es probable que consigas que el anciano se abra a la posibilidad de recibir ayuda, o al menos que no la rechace de forma rotunda. No obstante, puede que se muestre reticente o indeciso, y que no sepa qué opción escoger.
En ese caso, es importante que le informes de las diferentes alternativas que existen para ayudarle, y que le ayudes a valorar los pros y los contras de cada una. Algunas de estas alternativas son:
Ayuda domiciliaria
Una opción viable es contratar a un profesional que se encargue de asistir al adulto mayor en su propio hogar, realizando tareas como la limpieza, la comida, la higiene, la medicación, el acompañamiento, entre otras. Esta opción es ideal cuando el anciano no quiere salir de su casa, y solo necesita ayuda puntual o parcial.
Sin embargo, también tiene algunos inconvenientes, como el coste. Por lo general, el precio de una residencia de ancianos es más accesible que el de la ayuda domiciliaria, ya que incluye todos los servicios en un solo pago mensual.
Centro de día
Otra alternativa es llevar al anciano a un centro especializado donde lleve a cabo actividades lúdicas, educativas, terapéuticas y sociales, durante unas horas al día, y luego regresar a su casa.
Esta opción es óptima para aquellos ancianos que quieren mantener su rutina, y que solo necesitan una estimulación o una distracción. Aun así, tiene algunos inconvenientes, como el desplazamiento, la adaptación, la dependencia o la falta de continuidad.
Residencia de ancianos
Consiste en trasladar al anciano a un establecimiento donde pueda vivir de forma permanente, y reciba una atención integral, personalizada y profesional, las 24 horas del día. Esta opción es adecuada cuando la persona mayor vive una situación de dependencia severa, que requieren una asistencia constante y especializada. El centro ofrece servicios de calidad, cumpliendo con todas las obligaciones de las residencias de ancianos que establece la normativa vigente.
Como ves, cada alternativa tiene sus particularidades, y no hay una solución única o ideal para todos los casos. Lo importante es que elijas la que mejor se adapte a las necesidades, los deseos y las circunstancias de tu ser querido, y que cuentes con su consentimiento.
Enfrentar el desafío de qué hacer cuando un anciano no quiere ayuda es complejo, pero con estrategias adecuadas y un enfoque respetuoso, es posible encontrar soluciones que mejoren su calidad de vida. La clave está en la comunicación, la empatía y la búsqueda de alternativas que respeten su independencia y dignidad. Recuerda que en Residencia Edelweiss estamos comprometidos con el cuidado y bienestar de los mayores, ofreciendo un ambiente donde se sienten respetados, seguros y cuidados.